Emilio, un niño de 9 años, habita el particular mundo del cementerio, recorriéndolo en soledad, siendo espectador y parte de visitas y entierros. El espacio lo absorbe y su presencia no es percibida por nadie, se vuelve su mundo interior y el vínculo con el espacio nos deja saber claramente la naturaleza de este personaje.
Emilio, un niño de 9 años, habita el particular mundo del cementerio, recorriéndolo en soledad, siendo espectador y parte de visitas y entierros. El espacio lo absorbe y su presencia no es percibida por nadie, se vuelve su mundo interior y el vínculo con el espacio nos deja saber claramente la naturaleza de este personaje.