Varios obreros construyen una columna. Sus manos, sus piernas, deberán ser tan dóciles como el hormigón y cómo el hierro. Sus palabras habitan el espacio. La columna fatigada está erguida.
Varios obreros construyen una columna. Sus manos, sus piernas, deberán ser tan dóciles como el hormigón y cómo el hierro. Sus palabras habitan el espacio. La columna fatigada está erguida.