Una mansión suspendida en el tiempo es habitada por personajes muy particulares, que viven la cotidiana y agradable rutina que les brinda (y se auto-brinda) la Machiche, una hembra blanca y carnosa que va saltando de personaje en personaje para brindarles placer y, de paso, para presentarlos al espectador.
Una mansión suspendida en el tiempo es habitada por personajes muy particulares, que viven la cotidiana y agradable rutina que les brinda (y se auto-brinda) la Machiche, una hembra blanca y carnosa que va saltando de personaje en personaje para brindarles placer y, de paso, para presentarlos al espectador.