El día se acaba. Luego del fin de una jornada en la ciudad de La Plata, un grupo de trabajadores nocturnos se disponen a comenzar la suya. Entrada la madrugada, el silencio se transforma en espera y la lluvia en tregua. Solamente los lazos entre estos testigos solitarios logran contrarrestar la desolación del paisaje, una ciudad dormida e inerte que aguarda agazapada la salida del alba.
El día se acaba. Luego del fin de una jornada en la ciudad de La Plata, un grupo de trabajadores nocturnos se disponen a comenzar la suya. Entrada la madrugada, el silencio se transforma en espera y la lluvia en tregua. Solamente los lazos entre estos testigos solitarios logran contrarrestar la desolación del paisaje, una ciudad dormida e inerte que aguarda agazapada la salida del alba.