Fatma es una joven de 25 años que junto a su hermano Blas pasa un fin de semana en la casa de sus abuelos para organizar sus pertenencias ya que los mismos han fallecido recientemente. La convivencia es complicada para ambos debido a que no tienen una relación muy buena. Ella tiene un poco de resentimiento hacia su hermano debido a una broma que él mismo le hizo hace tiempo, pero que la marcó lo suficiente para que la relación entre ambos haya empeorado con los años. Fatma no distingue la realidad de su imaginario y es por ello que Blas, como parte de ese juego psicológico, aparece y desaparece constantemente. Vemos a ambos en situaciones de encierro, sin embargo evidenciamos que ella está involucrada en el secuestro de su hermano.
Fatma es una joven de 25 años que junto a su hermano Blas pasa un fin de semana en la casa de sus abuelos para organizar sus pertenencias ya que los mismos han fallecido recientemente. La convivencia es complicada para ambos debido a que no tienen una relación muy buena. Ella tiene un poco de resentimiento hacia su hermano debido a una broma que él mismo le hizo hace tiempo, pero que la marcó lo suficiente para que la relación entre ambos haya empeorado con los años. Fatma no distingue la realidad de su imaginario y es por ello que Blas, como parte de ese juego psicológico, aparece y desaparece constantemente. Vemos a ambos en situaciones de encierro, sin embargo evidenciamos que ella está involucrada en el secuestro de su hermano.