A mediados del siglo pasado, con la difusión masiva del formato Súper 8, el hombre común tuvo por primera vez la posibilidad de hacer cine. Cine hogareño, familiar, amateur. Esto afectó particularmente a Jorge Mario, un odontólogo concordiense que a los 10 años de edad había presenciado la filmación del western pampeano Way of a Gaucho de Jacques Tourneur. Hoy, a los 70 años de edad y 40 años después de la realización de su western amateur al que llamóWinchester Martin, este autodidacta quiere filmar su propia remake.